lunes, 2 de febrero de 2009

Se encerró en el cuarto, la niña de ojos grandes y oscuros, la niña del pelo negro y la mirada infinita. La puerta del cuarto creció, entró a un no lugar que se llamaba, o no se llamaba La Falta del Anfiteatro. No había luz, ni sonido, las ideas de la niña desaparecería junto con su olor a café, se convertirían en pixeles diminutos, las letras caerían en petróleo que las devoraría para convertirlas en polímeros secos.
Para evitar el futuro dentro del lugar sin coordenadas en su jardín de tulipanes y geranios, de paredes rosas y moradas, de lagartijas oxidadas con pasos desérticos se le construyó un anfiteatro romano, un espacio cónico con ladrillos y tabiques que interactuaban, cada fila era parte del lugar ficticio que ella convertiría en uno real:
La primera era un espacio lleno de espejos, algunos volteados y otros reflejándose para crear múltiples patios de mercurio; tigres de papel, animales amarillos tras rejas de cera oscura; mesas para té y liebres de marzo; de repente un aleph se escondía debajo del mantel donde el sombrero loco celebraba su acento británico.
La segunda era el espacio surrealista donde los relojes derretidos se reincorporaban para volverse a derretir; las escaleras acababan para que empezaran otras en otro sentido y todas eran recorridas por hormigas que se metamorfeaban en poemas legibles a las cinco de la tarde; búhos, gatos, plumas y relojes de arena acompañaban a mujeres con facciones triangulares buscando escapar de las pesadillas para permanecer como sueños.
La tercera eran voces y voces, representaciones de títeres sobre el ser, el amor, la muerte y la existencia. Sartre hacía llorar a Shopenhauer a quien después Nietzsche intentaba calmar regalándole un súper hombre sobre el que Platón reclamaba derechos, todo en un teatro de sombras temblorosas, velas y supercuerdas que alteraban el ritmo histórico de los filósofos.
La cuarta era negra con luces rojas y púrpuras, un espacio donde se tatuaban flores que subían y bajaban entre olas cibernéticas eran tatuadas por un hada que se movía imitaba el baile de las orquídeas; estaban hombres que fotografiaban abyecciones a partir de su cuerpo, lastimaban la piel para usar el arte y salvarse; un niña con lentes de corazón que jugaba con una pelota de tennis.
La quinta eran pantallas de cine: un beso bajo la lluvia italiana; una mordedura a una paleta azul; una patineta dejándose llevar por las vías del tren; una nave, una puerta con disfraz de monolito; una pintura del romanticismo moviéndose; un robot con alma; un esquizofrénico siendo dos y uno.
La sexta estaba en blanco…

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Sin duda una genio, te admiro por todo lo que eres Natalia, como mujer, como escritora, como guionista, como compañera, en fin...

Gracias por regalarnos tus palabras, mundos alternos, a los cuales podemos escapar, aunque sea por 30 renglones.

"Bailaron y cantaron en las calles, soplaron luces y brincaron sobre los letreros para revolver las palabras y formar una sopa de letras que comían de vez en cuando para tener que decir."

Wooow,que grande eres Nata!!!

Infinitas gracias!!!

La más grande!!!

Anónimo dijo...

No creo que en el diccionario exista la palabra que describa el efecto que tus palabras logran transmitirme... Woooww!!!

De verdad, que grande eres Nata...

Grande... y lejos!!! ;D

Me gusta leerte siempre antes de dormir, me induce un onirismo único, potencia que solo tus palabras logran!!!

jaja, bueno, es mejor inducirme un onirismo a traves de tus palabras, que de algun estupefaciente y/o derivados jaja =P

Anónimo dijo...

Están los lugares, los no lugares, los lugares de ficción, y, ahora sé, los lugares imposibles que crecen en el margen del alma.
Es hermosísimo, y más.
Hay mundos pequeñitos en tus huellas digitales, Nat.

Anónimo dijo...

no masques nat, no me acordaba que escribias asi, ¿que eres? el vomito de un sueño, no mames esta poca madre, sigue escribiendo. eres la ley, nos vemos natapatata.

Anónimo dijo...

hermosos, comprensible e intelegible eres increible princesita no dejes de escribir y saves lo que sea cuando sea vivimos en 27/7aqui estaremos

Teresa © Todos los derechos reservados dijo...

Hola Natita! Ahora si te pongo un comentario,ya te habia dicho que me encantoo. Pero ahora te digo qeu me sorprenden esso mundos alternos donde solo algunos humanos puden distinguir por ser asi tan soniadores. Es un descubrimietno total del escenario, de lo que hay detras del telon qeu tanto nos emociona. Es siempre tan drastico y hermoso ser un infante cuando te leo.
El circo ya viene! los acrobatas, los aros de fuego!