Si llegara la noche para mi, si como las olas se expandiera el oscuro azul sobre las nubes de agua sólida, las eternas nubes de apolo que me impiden contar estrellas; porque en realidad éstas no existen, son fugas por donde escapan los peces que andrómeda y la vía láctea transforman en planetas con consistencia gaseosa y plasmática.
Si llegara ya la noche podría contar los asteroides, las lunas y el polvo espacial, las incluiría en mi poema sobre los tulipanes y la lucha de sus bulbos por generar una droga somnífera que contrarreste a la fuerte y engreida húngara. Pero no, mi poema aquí termina, le he dado al mundo vegetación sobre vegetación muerta, es suficiente como botánico y como tejedor de letras.
Si llegara ya la noche la vería una última vez, pero ya no espero, es bajo la luz del sol que me como las almendras fermentadas, el arsénico en dulce dispuesto a repartir mi literatura sobre la mesa.
Si llegara ya la noche correría el cinematógrafo, reproduciría imágenes en blanco y negro que concordaran con mi situación luminosa. Pero no mi el proyector ya no prende, mueren las cintas de Garbo y Dietriche, Monroe se cansa de cantar en la cinta y Boggart endereza la boca para besar el reflejo en la pantalla, adiós al baile de Chaplin que se detiene despacio, se le ha acabado la cuerda.
Si llegara ya la noche yo no desaparecería, pero mi obra sí.
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1 comentario:
nata creo que eeste en especial es maravilloso,de tu coleccioon de textos mi favorito,en verdad todo un poema.
tere
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